En una vibrante tarde en Sydney, los All Blacks y los Wallabies ofrecieron un espectáculo de alto nivel, digno de la legendaria Bledisloe Cup. Los primeros compases del partido fueron dominados por los neozelandeses, que mostraron una precisión implacable y una velocidad deslumbrante.
Will Jordan, ocupando el puesto de full-back en lugar de Beauden Barrett, no tardó en hacer sentir su presencia. Apenas a los dos minutos, un hueco en la defensa australiana permitió a Jordan romper la línea y desatar la ofensiva de los All Blacks. Damian McKenzie, siempre fiable con el pie, convirtió para dar el primer golpe en este enfrentamiento titánico.
Wallabies vs All Blacks 🏉 Rugby Championship 2024 | Partido 5 Análisis Completo
La intensidad inicial de los All Blacks fue casi imposible de contener. Apenas unos minutos después del primer try, Rieko Ioane aprovechó el espacio por el flanco izquierdo, sumando otro try a su extensa lista en la Bledisloe Cup. El ritmo de los visitantes era demoledor, y McKenzie no falló en su tarea de convertir. Los Wallabies, sin embargo, parecían un equipo desconcertado, incapaz de igualar la energía de sus rivales.
Cuando Caleb Clarke perforó la defensa australiana para un tercer try a los 15 minutos, parecía que el partido podría estar escapándose de las manos de los anfitriones. Sin embargo, los Wallabies no estaban dispuestos a caer sin pelear.
En un excelente movimiento a partir de un line-out, Fraser McReight encontró un espacio crucial tras una secuencia de pases brillantes, poniendo a Australia en el marcador y dando un respiro a la afición local. Noah Lolesio, impecable desde el tee, añadió los extras y comenzó a devolver algo de esperanza a los Wallabies.
El partido avanzaba con los All Blacks imponiendo su físico y presión defensiva, forzando errores en los australianos. Fue esa presión la que provocó un balón suelto que cayó en manos de Sevu Reece. Con una astucia implacable, Reece habilitó a Ardie Savea, quien rompió bajo los palos para sumar otro try, consolidando su lugar como uno de los forwards con más tries en la historia de Nueva Zelanda.
A pesar del dominio neozelandés, los Wallabies encontraron un respiro justo antes del descanso. En una jugada bien ejecutada a partir de un maul, Matt Faessler logró desmarcarse y anotar, mientras que Lolesio completaba la difícil conversión para mantener vivas las esperanzas australianas de una remontada en la segunda mitad.
Los Wallabies Empujan hasta el Final pero los All Blacks Retienen la Bledisloe Cup
Con el reinicio del juego, Nueva Zelanda seguía manteniendo su presión, y un penal de McKenzie en el minuto 45 les dio una ventaja más cómoda, alejándolos de los Wallabies por más de dos tries convertidos. Sin embargo, el ritmo del juego comenzó a cambiar.
Los Wallabies, apoyados por su ferviente público, crecieron en confianza y buscaron acortar la distancia. En varias ocasiones, la defensa de los All Blacks fue puesta a prueba, y aunque lograron detener dos ensayos anulados, la resistencia australiana prevaleció cuando Hunter Paisami encontró un hueco y anotó un try crucial a 15 minutos del final. Lolesio, infalible con el pie, convirtió una vez más, y el partido entró en su tramo decisivo con los Wallabies a la caza.
El Corazón de los All Blacks: Cómo Retuvieron la Bledisloe en un Final Apasionante
A medida que el reloj avanzaba, los All Blacks comenzaron a mostrar signos de nerviosismo. La intensidad defensiva que les había dado frutos en la primera mitad parecía desvanecerse ante un equipo australiano que nunca dejó de creer. La tensión se palpaba en el aire cuando, en el minuto 79, Tom Wright, con una jugada electrizante desde el fondo, consiguió atravesar la línea para anotar un try que acercó peligrosamente a los Wallabies a tan solo tres puntos.
Con la conversión de Lolesio, los All Blacks se encontraron bajo una presión inmensa en los últimos segundos del partido. La Bledisloe Cup, que había sido suya en tantas ocasiones, parecía de repente en peligro. Pero, a pesar de la arremetida final de los Wallabies, los All Blacks lograron resistir el embate y, con el sonido del silbato final, aseguraron una vez más el prestigioso trofeo.
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