¡Señoras y señores, por fin regresó el mejor rugby del planeta en lo correspondiente a los Test Match de la ventana de julio! Y para comenzar, tuvimos el placer de presenciar el enfrentamiento entre dos potencias que tenían mucho para mostrar.
All Blacks vs Inglaterra, el choque de dos potencias
Por un lado, el poderoso equipo de la Rosa, liderado por Marcus Smith y compañía, y por el otro, la nueva etapa de Scott Robertson como head coach de los hombres de negro.
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El comienzo fue un poco impreciso, con errores y mucho estudio por parte de ambos equipos, pero una vez que se acomodaron, soltaron todo su repertorio. Tal es así, que los 40 minutos del primer tiempo pasaron volando.
Un primer tiempo a toda máquina
Al minuto 17, luego de una gran jugada por parte del medio scrum TJ Perenara, que forzando un penal, abre la pelota al nuevo apertura All Black Damien McKenzie, y este con una patada exquisita asiste a Sevu Reece para convertir el primer try para los neozelandeses.
Como era de esperar, los ingleses no pensaban dejar las cosas así, y luego de un line, produjeron un señuelo a modo de maul, que permitió que Maro Itoje pusiera las cosas igualadas. Con la conversión de Smith, el marcador pasó a 7-5 para los de blanco.
«No pasa nada,» dijeron los All Blacks, porque a los 3 minutos, y luego de un scrum y una excelente secuencia de pases, Perofeta rompe un tackle y le deja en bandeja la pelota para que Ardie Savea vuelva a marcar. Las cosas, 10-7 para los hombres de negro.
Si bien hasta el final del primer tiempo no hubieron más puntos, la intensidad del juego fue espectacular y un placer de ver. Y en la última jugada, una pesca para los de la Rosa le permitió a Marcus Smith conseguir tres puntos por causa del penal.
¡Señoras y señores, por fin comenzó la ventana de julio. Por fin regresó el mejor rugby del planeta!
Y para comenzar, tuvimos el placer de presenciar el enfrentamiento entre dos potencias que tenían mucho para mostrar.
Por un lado, el poderoso equipo de la Rosa, liderado por Marcus Smith y compañía, y por el otro, la nueva etapa de Scott Robertson como head coach de los hombres de negro, así que este partido prometía mucha acción. Y no decepcionó.
El comienzo fue un poco impreciso, con errores y mucho estudio por parte de ambos equipos, pero una vez que se acomodaron, soltaron todo su repertorio.
Y lejos de suponer que Inglaterra jugaría con su estrategia pedorra de pelotazos y a cargar, todo lo contrario. Es más, e partido estuvo tan bueno, que los 40 minutos del primer tiempo pasaron volando.
Al minuto 17, luego de una gran jugada por parte del medio scrum TJ Perenara, que forzando un penal, abre la pelota al nuevo apertura All Black Damien McKenzie, y este con una patada exquisita asiste a Sevu Reece para convertir el primer try para los neozelandeses.
Como era de esperar, los ingleses no pensaban dejar las cosas así, y luego de un line, produjeron un señuelo a modo de maul, que permitió que Maro Itoje pusiera las cosas igualadas. Con la conversión de Smith, el marcador pasó a 7-5 para los de blanco.
«No pasa nada,» dijeron los All Blacks, porque a los 3 minutos, y luego de un scrum y una excelente secuencia de pases, Perofeta rompe un tackle y le deja en bandeja la pelota para que Ardie Savea vuelva a marcar. Las cosas, 10-7 para los hombres de negro.
Si bien hasta el final del primer tiempo no hubieron más puntos, la intensidad del juego fue espectacular y un placer de ver. Y en la última jugada, una pesca para los de la Rosa le permitió a Marcus Smith conseguir tres puntos por causa del penal.
Estuvo para La Rosa, pero…
El segundo tiempo arrancó con una intensidad arrolladora por parte del equipo inglés. Desde el primer momento, cada balón era una oportunidad para chocar con los jugadores más robustos y mantener la continuidad del juego con los backs.
Esta estrategia rindió frutos rápidamente, ya que al minuto 46, tras una secuencia prolongada en la que Inglaterra logró romper la defensa de los hombres de negro, Feyi Waboso consiguió un try crucial para La Rosa.
A pesar del fantástico desempeño de Marcus Smith, su falta de precisión en los tiros a los palos permitió que los neozelandeses se mantuvieran peligrosamente cerca en el marcador. Al minuto 53, los hombres de negro lograron acortar la diferencia gracias a un preciso tiro de MacKenzie, dejando el marcador en un ajustado 15-13.
Los siguientes diez minutos se convirtieron en una batalla física intensa, con ambos equipos impidiendo cualquier tipo de continuidad en el juego. Sin embargo, al minuto 64, un nuevo penal a favor de los All Blacks les permitió tomar la delantera, dejando el marcador en 16-15 a favor de Nueva Zelanda.
En los minutos finales, Nueva Zelanda manejó el partido con mayor astucia, y al minuto 77, obtuvieron un nuevo penal que parecía sentenciar el encuentro. Pero en un giro inesperado, el tiempo de ejecución se agotó justo cuando McKenzie se preparaba para patear, dejando a todos en suspenso.
A pesar de esta situación insólita, los All Blacks lograron mantener su ventaja y sellar una victoria sufrida pero crucial. Con un marcador final de 16-15, el primer partido de la serie dejó claro que el próximo encuentro entre estos dos gigantes del rugby será imperdible, prometiendo aún más emoción y calidad en el juego.
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